Pues bueno ya estoy en Boston, y ¿cómo me siento? abrumada, supongo, aunque mayormente vacía, pero vámonos por pasos.
La semana en el training, nadie te prepara para ella, compartes duchas, la comida es pésima pésima pésima, casi no tienes tiempo para dormir y el internet no funciona muy bien, y bueno... Aunque eso si, si haces muchos amigos con los que te la pasas super, no lo voy a negar.
Todo mundo estaba muy emocionado por conocer a su familia, yo la verdad no, aparte de que el viaje es cansadísimo y me enfermé de tos y de la garganta, y yo soy delicadisima en eso por que siempre se agrava, asi que el viaje fue mil veces peor. Cuando llegué y la ví, lo normal, el abrazo, el saludo, la emoción, la plática y bla bla, llegamos a casa y estaban sus niños con sus amigos y me tenían una fiesta de bienvenida y un pastel y yo lo que quería era irme a dormir, pero aún así seguí el juego hasta que pude safarme y pedir que me llevaran a una farmacia para comprar medicinas para la tos y la garganta. Llegando fuí a mi cuarto y me puse a desempacar y ahí fué cuando empecé a llorar sin saber por que y me pregunté que demonios estaba haciendo, intenté calmarme y terminar el asunto pero no pude, así que lloré hasta que me dormí.
El dormir bien me hizo sentir mejor, me desperté con la cabeza mas clara aunque no mejor de la tos y para colmo creo que ya empeoró, pero pregúntenme si se han molestado en preguntarme como me siento o algo asi, no, para nada, aparte es día familiar y estan todos los amigos, vecinos y familiares y yo estoy muy abrumada al respecto por que ahora ni hablar puedo, y lo típico, todos estan reunidos en la sala y yo estoy acá jaja, pero es que de verdad no me siento bien.
Aparte ya hasta estando aquí me di cuenta que se me olvidó considerar ciertos puntos en cuanto al ambiente familiar y general, y la verdad, ahorita, 365 días se me están haciendo laaaaaaaaaaaaaargos largos largos y casi imposibles, pero ¿saben que decidí? que las cosas sigan su curso, total, ¿qué mas tengo que perder? poco me importa ya la verdad.
En fin, supongo que este no será uno de esos blogs bonitos y felices de las au pairs.